
· Hay voces que, por sí solas, avivan el fuego de otras vidas posibles.
· En mi casa vivirán otros algún día y también la llamarán “mi casa”.
· Para vivir es imprescindible no quedarse jamás sin un proyecto.
· Al pasar los sesenta uno empieza a buscarse la fecha de caducidad, tiene que estar por alguna parte…
· Hay un amigo, una música y un libro al que volvemos siempre.
· Cuando me miro al espejo siempre encuentro una desconocida mirándome con la misma perplejidad.
· El mundo cambia sin darnos tiempo de escoger nuevo disfraz.
· Las debilidades son los cónyuges más fieles, no nos dejan nunca.
· Sueño que no me quieren y cuando me despierto, me quieren.
· Vivir es batallar cada día la proximidad de la nada.
· El amor recibido es el único equipaje que nos dejarán llevar en cabina del vuelo final.
· Cuando salgo de viaje creo que no vuelvo nunca a la misma casa y mi casa piensa que la habitará alguien diferente. Las dos tenemos razón.
· Al principio pensé en dejar algo por lo que ser recordada. Después de vivir la vejez de mis padres, me conformo con una muerte plácida.
· La nueva normalidad, ni es normal ni es nueva.
· Somos una plaga y alguien está probando insecticidas.
· Mi perra sólo disfruta la mitad de su paseo, en cuanto intuye que vuelve, la hierba ya no le huele igual.
· Es demasiado tarde para escribir lo que no he escrito ya.
· Nos pasamos la vida intentando cambiar a los demás y resistiéndonos a cualquier cambio.
· Somos dos: yo no entiendo por qué no me quieren, ella no entiende por qué la quieren.
· Admiro al que lucha sin perder los nervios y al que olvida una ofensa fácilmente. Viven mejor que yo, sin duda.
· En realidad, soy mucho más divertida de lo que padezco.
· No conozco mejor novela de terror que leer la historia del siglo XX.
· Tengo una alta opinión de mi misma que, desgraciadamente, no coincide con la del resto del mundo.
· En todo final hay un principio.
Gracias por tus reflexiones, Sandra. Estoy pensando si conoces a nuestro vecino y amigo Gregorio Apesteguía y su Almacén de Análisis. Creo que tenéis cercanía de escritura y por tanto de pensamiento. Un abrazo muy grande. Me encantaría veros algún día. ¿Podrá ser un fin de semana que esté por aquí o un día de vacaciones de navidad?
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Cuando tú quieras y puedas Cristina. Llámame y quedamos. No conozco a Gregorio, tiene algo en internet o cómo puedo saber más de él?
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