Soy una pésima pesimista después de años de leer historia; por lo demás, se puede decir que soy una persona feliz.  En cuanto a qué hago con mi vida, he trabajado la imagen digitalmente durante 15 años creando lo que llamo «digitografías», que no son fotografías, sino imágenes imaginadas, valga la cacofonía; he escrito toda mi vida pero le tengo más respeto a la palabra que a la imagen por lo cual sólo me aventuro en relatos cortos, artículos, poemas (no creo que pudiera con una novela, me da miedo que un personaje me sobreviva); he descubierto el mundo del olfato y vuelvo a empezar de cero para estudiar olor a olor, como quien aprende otro idioma usando un diccionario y soy una actriz que nunca fue, pero que tal vez será, quién sabe, nunca es tarde. En fin, soy primordialmente, curiosa. He conseguido vivir sin comprometer demasiado mi libertad creativa y eso es mucho. Me indigna la estupidez, la incoherencia, la hipocresía, el machismo y la crueldad. Amo la música, la imagen, la palabra, los animales, los perfumes que nadie se atreve a llevar y las películas que una vez vistas no se olvidan jamás.