LAS VENTANAS DEL ALMA

Georges Moustaki

Aprendí mis primeros poemas en francés escuchando a Georges Moustaki, ese gran hombre tranquilo, ese profeta mediterráneo de barbas acogedoras como nidos en los que el pájaro adolescente que fui hubiera querido refugiarse o evadirse.  Moustaki me pareció siempre un hombre con luz, la luz de aquél que ha conseguido destilar la esencia de la vida y se perfuma con ella cada día.   (Si fuera un olor, elegiría para él el Basílico Sagrado – albahaca -, un olor verde y pacífico que invita a tirar los relojes a la basura para sentarse a leer al sol de Mayo).

La edad le ha robado el aliento, incluso antes de morir, impidiéndole cantar.  La vida tiene estas cosas de mujer amarga.
La luz, sin embargo es algo misterioso que nos habita durante un tiempo y que después nos deja,  sin dar explicaciones ni dejar notas.  Simplemente se va.  Algunos elegidos la conservan.  Moustaki ha muerto luminosamente, con la elegancia del que siempre tuvo tiempo para leer, escribir o escuchar recitar algún poema.  Sus ojos, aunque cansados, tenían el brillo intacto, de hombre que ha amado y ha sido amado en abundancia.
Hoy, ayer, anteayer, la noticia de su muerte me devolvió  la luz de Menorca,  en donde tuve veinte años y esa voz de terciopelo me prometía que la vida podía ser algo apasionante, que los hombres podían ser poetas y que la amistad entre sexos no era imposible, que un hombre y una mujer podían ser compañeros y que el mundo era un jardín grande como un valle, una casa con todas las puertas abiertas, a la que los carteros acudían con ramos de cartas de amor como ramos de flores que les crecieran de las manos.
Hoy, que comparto mi vida con un cartero poético y florido, siento que esta nueva ausencia oscurece un poco mi casa, como si varias ventanas se hubieran clausurado de golpe y en su lugar el muro hubiera recuperado superficie, cerrándose, como una cicatriz cierra una herida.  Vuelvo a escucharle para intentar abrirlas, las “janelas da alma” y respiro mejor a medida que recupero cada verso, cada poema.
Hoy, también celebro íntimamente otro aniversario, otra ausencia, la del ser a cuyo lado quisiera pudrirme lentamente, a partir del día de mi muerte, para florecer con él en primavera, entrelazada a la hiedra en que se convirtió su pelaje.

La cosa es así, se van cerrando ventanas en la casa y hay que aprender a vivir cada vez con menos luz, como Borges.

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Déclaration

Je déclare l’état de bonheur permanent
Et le droit de chacun à tous les privilèges.
Je dis que la souffrance est chose sacrilège
Quand il y a pour tous des roses et du pain blanc.
Je conteste la légitimité des guerres,
La justice qui tue et la mort qui punit,
Les consciences qui dorment au fond de leur lit,
La civilisation au bras des mercenaires.
Je regarde mourir ce siècle vieillissant.
Un monde différent renaîtra de ses cendres
Mais il ne suffit plus simplement de l’attendre :
Je l’ai trop attendu. Je le veux à présent.
Que ma femme soit belle à chaque heure du jour
Sans avoir à se dissimuler sous le fard
Et qu’il ne soit plus dit de remettre à plus tard
L’envie que j’ai d’elle et de lui faire l’amour.
Que nos fils soient des hommes, non pas des adultes
Et qu’ils soient ce que nous voulions être jadis.
Que nous soyons frères camarades et complices
Au lieu d’être deux générations qui s’insultent.
Que nos pères puissent enfin s’émanciper
Letras de canciones similares en http://es.mp3lyrics.com/mcLUEt qu’ils prennent le temps de caresser leur femme
Après toute une vie de sueur et de larmes
Et des entre-deux-guerres qui n’étaient pas la paix.

Je déclare l’état de bonheur permanent
Sans que ce soit des mots avec de la musique,
Sans attendre que viennent les temps messianiques,
Sans que ce soit voté dans aucun parlement.

Je dis que, désormais, nous serons responsables.
Nous ne rendrons de compte à personne et à rien
Et nous transformerons le hasard en destin,
Seuls à bord et sans maître et sans dieu et sans diable.

Et si tu veux venir, passe la passerelle.
Il y a de la place pour tous et pour chacun
Mais il nous reste à faire encore du chemin
Pour aller voir briller une étoile nouvelle.

Je déclare l’état de bonheur permanent.

Georges Moustaki



Un comentario Agrega el tuyo

  1. Loam dice:

    Aunque sólo sea por un instante, estas palabras te resucitan, Georges. Sin duda las mereces, pero hay tanta belleza en ellas como en la que las motiva. De modo que, aprovecha este instante, Georges, y mira a los ojos a su autora, dile con una mirada lo que no es posible expresar de ninguna otra manera.

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