FEMEN: LA REVOLUCIÓN DE LOS PEZONES

cuadradafemen

Hace tiempo que esta imagen me lleva persiguiendo la memoria.  Desde que la vi me entraron unas ganas terribles de gritar con estas mujeres que luchan con desnudez agresiva y desafiante contra lo que tendría que haber revolucionado a todas las mujeres del mundo, levantándolas, desnudas o vestidas, contra esa dictadura salvaje del hombre como género dominante.  Esta dictadura que se verbaliza cotidianamente en el desprecio, la humillación, la agresión constante, en la reducción del cuerpo femenino a ornamento masculino del poder en sociedades occidentales de un machismo estomagante como Italia o España, o a ofensa permanente en sociedades retrógradas en las que el hombre se considera dueño y señor de lo femenino.  Esta dictadura que hace que todas las religiones del mundo traten a la mujer como subespecie, no apta para la representación de diós en la tierra, apta, eso sí, como madre, único papel que se nos reserva con respeto, siempre y cuando no se piense, no se ejercite una sexualidad libre, no se rebele una contra la ley impuesta por el macho.  La misoginia como parte estructural de todas las sociedades, en fin.

No me importa el hecho de que algunas mujeres -entre las que me encuentro – no la hayan padecido, no es argumento válido, y la mujer que usa ese argumento para desmarcarse de la lucha feminista, debe avergonzarse de su insolidaridad absoluta para con su género. La violencia contra la mujer es endémica. Las historias de horror no nos pueden ser ajenas, somos todas la misma mujer, si ésta es víctima.

Lo deplorable es pensar que millones de mujeres plantan la semilla del machismo en sus propias casas, como quien cría perros de presa y un día se espanta al descubrir a su bebé entre las mandíbulas encajadas de lo que imaginó mascota.  En diez años, en España, este país cada día menos digno, según los datos del Ministerio de Sanidad, ha habido 664 víctimas mortales de la violencia masculina. Pero denuncias, en seis años, ha habido 769.478.  Este asombroso dato, casi inabarcable, nos da una idea del oculto infierno que habita miles de hogares, el infierno del miedo constante, que degrada minuciosa y lentamente, como esas condenas a muerte medievales en las que el reo era colocado debajo de una gota, que no dejaba de caer y que terminaba por horadar, horrorosamente despacio, su cerebro.

Pero vuelvo a esta imagen.  La mujer es poderosa, altiva, bella, inteligente, pero sobretodo, libre.  Es eso lo que insulta a este hombre hasta el punto de agredirla con una patada de macho cabrío desbocado.  Una mujer libre, dueña de su cuerpo y de su destino.  Una mujer valiente, que responde a la violencia entretejida en cada célula de todas las sociedades de este mísero mundo, con la violencia altiva de sus pechos.  El hombre la odia y la teme por ello.  Teme que esos pechos dejen de dedicarse a lo que él considera e impone como su función.

Tal vez tengan cerebro esos pezones.  Tal vez la “revolución de los pezones” le baje del pedestal en el que él mismo se colocó hace demasiados siglos.  Tal vez sea, después de todo, superior a él.  ¿Será ése el gran miedo de este y tantos hombres?

Ni mejores, ni peores: diferentes. En tanto los pezones desnudos femeninos escandalicen tanto como los masculinos, es decir, nada, seguiremos necesitando a estas mujeres enfadadas para dar una patada simbólica en los testículos de esta sociedad mundial machista y primitiva, que asesina con patadas reales y golpes inmisericordes a las mujeres con las que vive, se reproduce y duerme cada noche.
 

5 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Loam dice:

    Todo cuanto pudiera comentar al respecto está inserto en tu escrito, de modo que sólo me resta suscribirlo de principio a fin.
    En cuanto a la foto… ¡Qué manera tan vil, obscena y repugnante de exhibir la propia ruindad!…¡Qué asco!

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  2. Humillar a la hembra es la forma de dominación del macho. Si el hombre disimula su conducta animal es porque la cultura misógina lo ampara desde las cavernas hasta nuestros días.
    Ni siquiera que el grafitti humano diga que se joda la moral puede ser tolerado por los energúmenos.

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  3. Loasumo dice:

    769.478 denuncias. Iba a decir que esta es una sociedad putrefacta, pero lo que yo me pregunto es si podemos siquiera calificarla de sociedad.
    FEMEN es en la actualidad una de las organizaciones más perseguidas del Este europeo. Señal de que lo están haciendo bien.
    ¡Vivan sus valientes pechos!

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  4. Anónimo dice:

    Sí, sí, pero no cierran sus páginas de Facebook aunque las acusen de incitar a la prostitución por enseñar sus pezones.

    Ante todo, tener muchos amiguitos en Facebook.

    Payasas.

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  5. Piedra dice:

    http://losdeabajoalaizquierda.blogspot.com.es/2014/05/unas-fotos-sacan-el-lado-oculto-de-las.html

    No es «el hombre» el que impone ninguna dictadura, sino el estado y estas feminazis no pretenden salvar a ninguna mujer del pueblo, al contrario engañarlas para, enfrentándolas a sus iguales masculinos (los hombre del pueblo), dominarlos a ambos.

    El estado se presenta como el protector de la desvalida mujer, la convierte en víctima incapaz de defenderse, de autogobernarse, la transforma en una menor de edad a perpetuidad y gracias a estas «heroínas» encima dan las gracias.

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